- Cuando vivía en Caracas, pensaba que era una "chica-de-ciudades-grandes" (grandes, as in, caóticas)
- Mi primera semana-mes en Lyon, lo odié. Nadie sabía, pero lo odié. Luego lo amé, eso sí todos lo supieron. Luego, cuando salía de la ciudad, no podía esperar a volver "a casa". No quería irme. Llegué a pensar que en realidad era una "chica-de-ciudades-medianas", ciudades "de-talla-humana", como describen los lyoneses a Lyon.
- Ahora, una semana después de vivir en el caos se me hace evidente. Yo pertenezco al caos. No sirvo en la tranquilidad, me achanto, me "aguevoneo", la lentitud me hace ser lenta, torpe, campesina.
- Antes pensaba también que era solitaria. Que me gustaba la soledad. Me gustaba estar sola. Desde pequeña. Me iba por ahí, en Pto. la Cruz (ja!), a "pensar", a estar callada. Todo el mundo dice que es horrible vivir solo, yo siempre pensé que a mí me gustaría, luego pensé que quizás me gustaría al principio y que después lo odiaría, pues no...en 6 meses viviendo sola, NUNCA me llegué a sentir sola. Me gustaba, hacía las cosas a mi ritmo, a mí manera, podía pensar, pensar y pensar. Pero 6 meses estuvo bien, ahora ya no vivo sola. No hago todo lo que me da la gana, pero...a veces hace falta tener límites, tener que adaptarse, aprender de los demás. Me gusta vivir con gente de nuevo.
domingo, 7 de marzo de 2010
pensar
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